lunes, 28 de septiembre de 2015

Oda a la luna (y al café)

Oda a la luna (y al café).



En un balcón de Tigre
Respirando el intenso aroma de un café
Por la oscuridad de esta noche mágica.
El silencio y el calmo grito de ese grillo son perfectos.
Tan perfecto es este momento, que la eternidad debiera comportarse así.
Estás sonrojada por la inmensidad del vasto Universo (yo también me sonrojo estúpidamente por él).
Te prendes fuego tan sólo por una estrella (oh! Qué estrella!) cercana y caliente como el cuerpo enamorado.
Te sacan fotos y yo te escribo, quizá como ofrenda de gratitud y bondad para el ser humano.
Ay luna! Inspiración de estúpidos poetas,
Suspiro de bellas doncellas,
Adoración de aznos y genios por igual.
Gracias por brindarme tu color apasionado, como estos sentimientos que yacen en mi ser.
Gracias por brindarme tu intensidad eterna, como este corazón que late sin poder parar.
Gracias por descubrir ante mi tu misteriosa luz, como lo hace mi alma ahora y para siempre.