Colóquenselas, alguien dijo desde allí.
Había gente por todos lados pero todos sospecharon.
Por qué voy a ponerme esas alas, desde dónde llegaron, quién las envió,
quién habló.
Aquel pequeño, con toda su ignorancia e imprepotencia,
se escapó de los brazos de su madre,
y las agarró.
y voló,
para siempre voló.
Yo quise volar desde siempre,
pero no encontraba esa fe para agarrar mis alas.
Ya aprendí.
Ya la encontré.
Ya vuelo.
Y volaré.
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